¡¡Muy buenas!!
Hoy os traigo una receta riquísima, llena de matices, aromas y sabores de esos que te hacen retornar a la infancia... Una tarta con manzana, caramelo y nueces diferente a la tradicional, pero igualmente maravillosa.
Este pastel se compone de cuatro capas de bizcocho de nueces especiado, un relleno jugoso de manzana caramelizada y una cobertura sedosa de de toffee.
Vi la idea de la tarta de nueces rellena de manzana en internet, y aunque la receta es distinta, no pude evitar ponerla en práctica. Así que aquí os la dejo, para que podáis disfrutarla en casa.
Ingredientes: Para dos moldes de 18cm de diámetro (unas 10-12 porciones).
- Para el bizcocho:
120g de mantequilla sin sal a temperatura ambiente.
180g de azúcar blanquilla
180g de azúcar moreno
3 huevos L
360g de harina.
1 sobre de levadura (15g)
1/2 cucharadita de canela
1/2 cucharadita de esencia o vainilla en pasta.
350ml de leche
50ml de sirope de arce
100g de nueces troceadas - Para el buttercream:
400g de almibar (400g de azúcar+200ml de agua, os sobrará un poco.)
400g de mantequilla sin sal
1/2 cucharadita de toffee en pasta (o sustituir una cucharada de almíbar por una de dulce de leche) - Para el relleno:
4 manzanas grandes (en mi caso Fuji)
120ml de agua
110g de azúcar blanquilla
110g de azúcar moreno
1/2 cucharadita de canela
35g de mantequilla - Para decorar:
10 medias nueces
2 cucharadas de la salsa de caramelo de las manzanas.
Elaboración:
- Para el relleno:
Lo primero que haremos es preparar la manzana caramelizda. Para ello lavamos, pelamos y troceamos la manzana en daditos pequeños. Lo pasamos a un cazo grande u olla junto con el agua, el azúcar y la canela y hacemos la manzana a fuego medio.
Una vez empiece a reducir el liquido añadimos la mantequilla, bajamos un poco el fuego, y caramelizamos la manzana hasta que esté tierna pero no se deshaga.
Reservamos a temperatura ambiente hasta que se enfríe y vayamos a utilizarla. - Para el almíbar del buttercream:
El segundo paso es preparar el almíbar. Esto es muy sencillo, simplemente ponemos en un cazo el azúcar y el agua y llevamos a ebullición durante unos 5 minutos, queremos un almíbar básico, ni muy líquido ni muy denso.
Dejamos atemperar para que luego al hacer el buttercream la mantequilla no se deshaga. - Para el bizcocho:
Precalentar el horno a 170ºC, preparar el molde o moldes que vayamos a utilizar (yo forro con papel de horno la base y laterales).
Batimos los huevos con aproximadamente el azúcar moreno y la vainilla hasta que blanqueen y doblen su tamaño. Reservamos.
Ahora pomamos la mantequilla con el resto del azúcar (con pala si tenemos), agregamos la mitad de la harina , la leche , el resto de la harina, la canela y la levadura (tamizadas). Añadimos el sirope de arce, a continuación incorporamos suavemente los huevos que habíamos blanqueado (con la pala a velocidad baja)* y finalmente las nueces troceadas, hasta que estén bien distribuidas por la masa. La mezcla resultante es bastante ligera.
Distribuimos la masa en los moldes, a partes iguales, y horneamos durante aproximadamente 50 minutos, pueden ser más dependiendo del horno. Lo ideal es que vayáis comprobándolo y cuando veáis que la masa ha subido del todo y que está dorado lo pinchéis con una brocheta, si esta sale limpia es que está hecho.
Los sacamos del horno y esperamos a que se templen los moldes para desmoldarlos, luego los pasamos a una rejilla y esperamos a que se enfríen por completo para poder cortarlos con una lira o cuchillo en 4 capas.
*Puede ser que por la diferencia de densidades cuando incorporéis los huevos debáis ayudar a la batidora rebañando el fondo con una lengua, para que no se quede la mantequilla adherida en el fondo.
- Para el buttercream:
Pomamos la mantequilla (pala) cuando esté blanda y cremosa cambiamos a varilla y agregamos el almíbar. Veréis que se corta, hay que seguir batiendo unos minutos a velocidad media/alta hasta que ligue y obtengáis una crema sedosa y homogénea. Luego agregamos la pasta de toffee e integramos. - Para montar la tarta:
Una vez cortadas las capas de bizcocho deberemos, con la ayuda de una manga pastelera, hacer unos diques con el buttercream en cada capa antes de poner la manzana, para que no se nos salga el relleno por los bordes del pastel. Como podéis ver en la siguiente imagen.
Repetiremos la operación con todas las capas de relleno.
Finalmente cubrimos la tarta con el buttercream, os recomiendo dar una capa inicial fina, refrigerar y dar una segunda capa; os quedará más pulido.
Veréis que este buttercream es mucho más sencillo de trabajar que otros, aunque cuesta un poquito más de extender es mucho más fácil dejar la cobertura perfecta y sin espatulazos. Un secreto es calentar la espátula con agua caliente secar bien y dar una última vuelta para eliminar cualquier marca.
Finalmente decoraremos la superficie de nuestra tarta como más nos guste, yo utilicé una boquilla de estrella para hacer el ribete, luego coloqué unas nueces y un poco de salsa de caramelo que me sobró de las manzanas caramelizadas. Pero podéis decorar con caramelo, canela o lo que más os guste.
Et voilà! Podemos disfrutarla pedacito a pedacito.
Mi parte favorita sin duda es el relleno. Podría comerlo con helado de vainilla, yogur griego, nata...¡Está para comérselo a cucharadas!
Respecto al buttercream: pese que en textura es de mis favoritos, ya que se parece mucho al swiss meringue buttercream, no vale para decorar con fondant. Su alto contenido en agua hará que al contacto con la pasta de azúcar esta se nos deshaga. Es un detalle a tener en cuenta.
Espero que os haya gustado, volveré pronto con una receta nueva ;)
¡Un fuerte abrazo!
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