miércoles, 11 de julio de 2018

Refrescando el verano.

Muy buenas a todas y todos, 

Después de unos meses de parón en el blog, y con las pilas cargadas, he querido volver para traeros un montón de recetas e ideas que tengo esperando para ir incorporando poco a poco a la página. 

La primera de todas esas recetas, y dadas las altas temperaturas, es un súper refrescante helado de limón y hierbabuena, con un toque de jengibre que le queda genial.   


Es una receta facilísima y muy barata, que podemos hacer como postre para una comida o cena, o bien para refrescar la media tarde. 











Ingredientes: Para 6 personas

  • Para el helado:
    450ml de nata para montar  (yo usé nata sin lactosa, podéis usar leche evaporada si queréis algo más light, queda muy rico también)
    10-12g de hojas de hierbabuena (1/2 taza)
    200g de azúcar
    120ml de zumo de limón (1 limón aprox.)
    Jugo de jengibre (un cubo de 2-3 cm) 


Elaboración:

  • Infusionar la nata:
    El día anterior a la preparación del helado poner en un cazo la nata con las hojas de hierbabuena hasta que empiece a hervir, entonces retirar del fuego, dejar infusionar unos 5 minutos y colar la nata. Reservar en un tarro de cristal en la nevera.

  • Preparar la mezcla: 
    Pelar y rallar el cubo de jengibre, prensar y colar la pulpa con la ayuda de un colador hasta obtener todo el jugo. Es importante solo añadir el jugo ya que el jengibre es muy fibroso y nos quedarían hebras de añadirlo solo rallado.  Exprimir el limón y colar el zumo, mezclar con el de jengibre y reservar en la nevera.
    Montar la nata infusionada en la batidora; cuando empiece a coger cuerpo agregar el azúcar poco a poco y  una vez integrada añadir los zumos, montar hasta tener una nata ligera, no muy dura.


  • Hacer el helado: 
    Aquí como siempre tenemos las dos opciones:

    1- Dejar enfriar en la nevera la mezcla mínimo una hora, luego pasarla a la heladera y dejar que esta trabaje hasta que tengamos un helado que podamos servir, o bien conservar y llevar al congelador hasta que queramos servirlo.

    2-La forma tradicional; pondremos la mezcla en un recipiente apto para congelación, con tapa, y lo llevaremos al congelador, lo dejaremos durante una hora (hora y media). Una vez transcurrido este tiempo removeremos la mezcla con una lengua, con movimientos envolventes y volveremos a congelar una hora más. Repetimos la operación y dejamos que congele por completo. Es necesario remover para que el helado no pierda cremosidad.


Como veis es una receta muy sencilla, no tiene perdida y no hace falta tener ningún aparato extraño en casa, ni heladera ya que se puede hacer de manera tradicional, lo único que necesitamos es una batidora de varillas o un poco de fuerza motora de brazo jaja

Espero que os guste, nos vemos pronto!!

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