domingo, 19 de junio de 2016

¡Tartaletas para pecar! Digo... de nueces pecán y jarabe de arce.


Sí, sé que el chiste del título es muy fácil. ¡Pero eso una verdad como un templo!  

Hace unas semanas ya publiqué una receta que tenía como ingredientes principales las nueces pacanas, o pecán, y el sirope de arce. Como me sobraron nueces y tengo un montón de sirope no he podido resistirme a hacer esta segunda receta: Tartaletas de pacanas y jarabe de arce. 




Este dulce es típico de Norte América, en especial de Nueva Orleans. Existen varias versiones dependiendo de la zona, el más popular se hace con jarabe de maíz, mientras que en otras zonas este se sustituye por jarabe de arce u otro tipo de jarabe dorado. A parte de las nueces y la crema acaramelada se le pueden poner pepitas de chocolate, bourbon, pasas... y suele acompañarse con nata montada o helado.  


Yo me he quedado con la versión más básica y en vez de hacer una tarta grande,  he optado por tartaletas individuales, aunque podéis hacerlo como más os guste. La verdad es que tenía muchísimas ganas de utilizar esas cápsulas para tartaletas que compré hace más de un año... y era el momento ideal.   






Puede que no sean las tartaletas más bonitas del mundo, de hecho el color  marronoso hace que a algunas personas les parezca poco apetecible, yo os puedo asegurar que están increíbles. El relleno tiene un sabor parecido al de una crema de toffee intensa, y combinado con las nueces crujientes es todo un manjar. 







Ingredientes: Para 6-8 tartaletas o una tarta de 6-8 raciones.


  • Para la base: 
    150g de harina
    100g de mantequilla en cubos
    50g de azúcar
    1 yema de huevo
    1/2 cucharadita de extracto de vainilla.
    Una pizca de sal.

  • Para la crema y el relleno: 
    150ml de jarabe de arce
    60g de mantequilla en cubos
    175g de azúcar moreno
    1/2 cucharadita de extracto de vainilla
    3 huevos
    200g de nueces pacanas (aproximadamente)

  • Para acompañar: 
    Helado de vainilla o nata
    virutas de chocolate.


Elaboración: 


  • Para la base: 
    En un bol poner la harina, el azúcar, la sal  y la mantequilla. Trabajar con las manos hasta que tenga una apariencia de migas de pan.  hacer un hueco en el centro e incorporar la yema y la vainilla. mezclar y amasar hasta tener una mezcla homogénea que no se pegue en las manos. 

    Envolver en film transparente y refrigerar durante 30 minutos-1 hora.

    Luego estirar con un rodillo en una superficie ligeramente enharinada, o entre dos papeles de hornear. La masa debe tener un grosor de 1/2 centímetro, más o menos.  La cortamos en forma de círculos y cubrimos nuestras tarteras presionando con los dedos. Veréis que la masa es bastante difícil de manejar y puede romperse, que no cunda el pánico, podéis poner parches con más masa y quedará perfecta.    

    Cortamos la masa que sobresalga del molde, agujereamos cuidadosamente la masa en la base varias veces para que no salgan burbujas y colocamos unos pesos de horneado (yo suelo colocar legumbres secas sobre un poco de papel de horno en el interior de las tartaletas). 

    Horneamos durante 15-20 minutos a 180ºC. 



  • Para la crema de caramelo: 
    En un cazo ponemos el jarabe de arce, el azúcar, la mantequilla y la vainilla. Calentamos a fuego medio/bajo hasta que se deshaga la mantequilla y se disuelva el azúcar, removiendo constantemente. 

    Dejamos templar y agregamos los huevos removiendo con una varilla manual. 


  • Rellenar las tartaletas, hornear y servir: 
    Cubriendo la base de la tarta o tartaletas colocamos las nueces de pecan, luego vertemos la crema sobre ellas y horneamos durante unos 35-40 minutos, cubriéndolas con un papel de horno o aluminio para que las nueces  no se tuesten más de la cuenta (solo hay que colocar un papel sobre la tarta, no cerrarla con el papel, solo cubrirla).

    Sabréis que están hechas cuando se hayan inflado ligeramente y se vean cuajadas. Dejamos enfriar sobre una rejilla. 

    Esta tarta se puede consumir templada o a temperatura ambiente y se puede conservar hasta tres días en un recipiente hermético. 

    La servimos tal cual o acompañada de helado o nata. ¡Están de muerte!




Espero que os gusten tanto como han gustado en casa y las disfrutéis despacito y en dosis recomendadas, que son un cañonazo calórico jaja

Veréis que el saborcito de la crema de relleno os recuerda a un toffee intenso y súper sabroso. 




Un abrazo, disfrutad de la semana que entra todo lo posible. ¡Nos vemos en unos días con una nueva receta!




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